Encuentro de Reflexión de Socios | El valor de la Humildad

“Procura ser tan grande que todos quieran alcanzarte y tan humilde que todos quieran estar contigo”.

Mahatma Gandhi

El sábado 6 de mayo se realizó un encuentro de reflexión de socios y de amigos de ACDE. Estos encuentros tienen como objetivo contribuir a comprender y “bajar a la realidad” valores esenciales. También es un momento para conocerse y aprender más de cada uno. En esta oportunidad se trató el valor de la Humildad a través de testimonios profundos, sinceros y personales de socios de ACDE.

La actividad comenzó con unas palabras de bienvenida de Ana Pico, Directora de ACDE. Luego Georges Xanthopoulos introdujo la temática.

Fernán de Elizalde habló sobre la Humildad en Enrique Shaw: “Cómo un ´rico aristócrata´ pudo hacer que en la vida diaria sea una realidad y llegar a la santidad…”.

 

 

Continuó Arnaldo Valazza con su testimonio “La Humildad y los negocios. Mi experiencia personal”.

Mariano Romero habló sobre sus aprendizajes de la Humildad,  el testimonio de Federico Quintana  se tituló “Humus: la madre de todas las virtudes” y José Peréz Ballester propuso otro enfoque, “Vendiendo Humildad”.

Finalmente compartió su testimonio Juan Vaquer.

Después del break  los participantes se dividieron en grupos de trabajo para profundizar el tema del encuentro. A continuación se detallan las ideas principales que se extrajeron:

Humildad y liderazgo:

  • Humildad no es incompatible con liderazgo pero tiene que ser un liderazgo con Humildad.
  • Ser humildes no es no ejercer el rol, no ser líderes. Por el contrario es ser líderes y no jefes. Reconocer la fuerza de Dios no siendo soberbios por los resultados.
  • Dirigente debe acercarse con Humildad, no buscar ser el centro.
  • Ser humilde depende de cómo y para qué hago las cosas: tomando en consideración las personas tanto en el fondo como en la forma, considerando el fin último por el que hago las cosas.

Humildad y humanidad:

  • Humildad y humanidad tienen la misma raíz etimológica. Verdad y silencio: rencontrarnos con nosotros mismos.
  • Establecer vínculos, generar afecto y ser referencia.
  • Humanizar los vínculos y el trabajo cotidiano.

Humildad en la empresa:

  • Es una virtud reguladora, es caminar en la verdad, es escuchar, delegar y desarrollar el potencial.
  • Reconociendo errores, pidiendo perdón, no descalificando el disenso, integrando el pensamiento del otro, estando atentos al otro, evitando ser soberbios ya que no somos infalibles, construyendo puentes, generando diálogo.

Descubrimiento de la Humildad:

  • Descubrimos la Humildad cuando más vulnerables nos sentimos. El ejercicio de la Humildad nos da una paz interior que proviene de autovulnerarse, escuchar, abrirse a los demás.
  • La Humildad es un camino. Es complejo y debe ser buscado. El autoconocimiento es básico en esa búsqueda. Si no lo tenemos como don, debemos buscarlo.
  • El miedo es el disparador de la soberbia. La soberbia crece por el ego, que se infla por la falta de conocimiento de las personas, de la técnica y de las propias limitaciones.
  • La Humildad es un proceso y, cuando creemos tenerla, la perdimos.
  • No siendo la Humildad una virtud muy conocida, busquemos compartirla y difundirla, explicitando su significado.

Después de poner en común lo trabajado en los equipos, la actividad finalizó con unas palabras del Padre Daniel Díaz. Posteriormente se compartieron unas empanadas.

Muchas gracias a todos los asistentes, a los socios que generosamente compartieron sus testimonios, a quienes acompañaron de una manera u otra para que esto resultara posible: a Rosario Mateo Carrió, Patricia Sclocco y Guillermina Rocabado Castro y especialmente al Equipo del Encuentro de Reflexión de Socios integrado por Arnaldo Valazza, Aristóteles Nielsen, Jorge Raschiotto y Jorge Bernardi.