Compartimos las conclusiones de Arnaldo O. Valazza, socio de ACDE, sobre el primer encuentro de reflexión de socios en el que se trató la virtud de la Prudencia en el ámbito empresarial:
«Vivimos una jornada muy cálida, con mucha confraternidad y deseos de participar. Esto demuestra que cuando el tema convoca un sábado no es impedimento.
Tratamos sobre la prudencia, la madre de las virtudes cardinales, y muchos fueron los aportes muy originales que se compartieron. Pero uno sobresalió sobre todos: actuamos prudentemente cuando anteponemos el interés del otro sobre el mío. Es el “otro” el que debe prevalecer. Y eso solo lo puedo lograr acudiendo al Espíritu Santo como fuente de sabiduría e inspiración. Esto conlleva un proceso de purificación personal donde se incluyen la oración y hasta el ayuno.
Podemos manejar conflictos si escuchamos antes de ofrecer. Si damos antes de pedir. Si hacemos silencio, si recurrimos a la reflexión como acto de prudencia, sabiendo que si la perdemos habrá consecuencias. Sepamos también que la falsa prudencia nos puede paralizar. Y que enriquecemos nuestra prudencia escuchando a aquellos que saben.
Actuemos prudentemente como aquel que construyó su casa sobre la roca y no como el insensato que la construyó sobre la arena. La prudencia es en definitiva un acto de amor pues me pongo al servicio del otro. La medida de la prudencia es el amor».
Agradecemos a Aristóteles Nielsen que estuvo a cargo de las palabras de bienvenida y coordinación del encuentro; el P. Oscar Correa que se encargó de realizar la reflexión y las palabras de cierre; y los testimoniantes Enrique Behrends, Helga Mertig, Sergio Ortiz, Gerardo Muniello y Javier Buitrago.
De igual forma extendemos nuestro agradecimiento al Equipo Encuentro de Reflexión de Socios: P. Daniel Díaz, Darío Febré, Roberto Moldes, Aristóteles Nielsen y Arnaldo Valazza.
A continuación compartimos las reflexiones del P. Oscar Correa:
Próximos Encuentros de Reflexión de Socios: