A continuación compartimos la reflexión de Juan Vaquer, presidente de ACDE, para el tiempo de Adviento:
Estimados socios y amigos de ACDE,
termina un año complicado, lleno de dificultades y de tensiones, en nuestro país y, como podemos observar, ahora también en la región.
No sirve de nada quejarse, ni mucho menos echar culpas a otros. Siempre el mejor ejercicio ante las dificultades es primero preguntarse cuál es nuestro grado de responsabilidad, cómo encarar los problemas y presentar ese sacrificio en el altar como ofrenda para la reparación de nuestras faltas.
En pocos días más cambiará nuevamente la administración política y nos corresponde, como cristianos, tener una mirada esperanzadora. Porque todo cambio puede implicar una conversión y sólo de esa manera podremos acceder al Reino.
En cuatro semanas los cristianos festejaremos la Navidad, que nos recuerda el nacimiento de Nuestro Señor en un humilde lugar. Su señorío no presentó una majestad como la de las cortes reales mundanas, sino con la nobleza que surge de lo que es, sencilla pero profundamente, verdadero.
Estemos atentos para ver si este diciembre, en el desorden de las calles calurosas de Buenos Aires y en medio de nuestras ocupaciones, nos encontramos con Jesús. Preparemos nuestro corazón para recibir al Niño Dios con alegría.
Juan Vaquer,
Presidente