Macri necesitará que salga el Presupuesto del año que viene y, además, la ley del Banco Central. El trato con el FMI lo vuelve más dependiente de la oposición legislativa.
Una vez cerrado el acuerdo con el FMI, ahora el Gobierno buscará al peronismo para aprobar el Presupuesto 2019 y una nueva carta orgánica del Banco Central. Este escenario prevé tensiones y es por eso que Nación tuvo que ceder terreno con los sindicatos ayer para acotar al máximo posible la cantidad de frentes. A su vez, impulsará un acuerdo con gobernadores y legisladores con una baja del déficit fiscal de 2,7% a 1,3% el próximo año. Esto no parece una tarea simple si se tiene en cuenta que el senador Miguel Pichetto ayer planteó que el presidente Mauricio Macri abra la agenda.
El acuerdo con el Fondo llevará a la Nación a hacer un ajuste ya sea en transferencias a las provincias u obras, en el Presupuesto 2019, tal como vienen adelantando fuentes oficiales. Para lograr ese objetivo, Macri necesita acordar con la oposición, con gobernadores y legisladores. La discusión será tensa y es por eso que la Rosada quiere evitar que se traslade al malhumor social, con protestas en las calles. De ahí que ayer ofreció una recomposición a los sindicatos que recibió ayer en Casa Rosada (ver página 6) y acordó un préstamo con el FMI por u$s 50.000 millones, que prevé cláusulas para incrementar el gasto social si empeoran las condiciones, según dijo el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Si logra despejar ese frente, Nación buscará mantenerse firme ante gobernadores y legisladores. Macri llamó a un «acuerdo nacional» hace tres semanas y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en las últimas horas aseveró que el Gobierno va a «fortalecer la capacidad de construir acuerdos políticos con la oposición para avanzar en el presupuesto para 2019». La idea ejecutiva es que la baja del déficit descanse en la reducción de transferencias a las
provincias.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, está a cargo de convencer a mandatarios provinciales de sentarse en la mesa: tal vez se reúna con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, este lunes. La Rosada tendrá una tarea complicada ya que en los próximos tres años se comprometió a bajar 3,8% el gasto y necesitará de la oposición para aprobar una nueva carta orgánica del Banco Central en el Congreso. En resumen, Macri quedará más dependiente que antes del acuerdo con el PJ, al que tildó de «irresponsable», luego de que el Senado frenara las subas de tarifas.
En ese marco, las declaraciones del senador peronista Miguel Pichetto ayer en el evento de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) marcan hacia donde irá la puja con la Rosada. «El Gobierno necesita de un acuerdo que no sea fiscal únicamente, como dijo el jefe de Gabinete», advirtió Pichetto. El senador será una carta fundamental para la Rosada en pos de acordar las futuras leyes y ayer planteó que Macri «necesita de un marco de sustentabilidad política más amplio, más vigoroso, más fuerte, respecto a las políticas del FMI». De ahí que Pichetto aprovechó para que Nación incluya otros temas en la agenda con la oposición: «Comparto la visión que expresó Federico Pinedo respecto al desarrollo, al crecimiento, a cambiar la lógica del ajuste por empezar a crecer».
El senador reconoció en público su enojo con Macri por el video en el que el Presidente le pide al PJ «no seguir las locuras» de la ex presidenta Cristina Fernández. «Buscan igualarnos al kirchnerismo», planteó Pichetto. Y dio muestra de que el peronismo tendrá una posición dura para consensuar el Presupuesto. «Tienen que dialogar con gobernadores y el Congreso pero no quieren ceder», alertó.