Paz y un futuro con esperanza: el pedido de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa antes de las elecciones presidenciales

La unión entre la vida laboral y la espiritual fue el foco de la 32° Jornada Anual Argenthink; también se enfatizó en el rol de los empresarios de escuchar a la gente.

Los eventos mantienen en vilo a la Argentina en estos días: las elecciones presidenciales del domingo y los enfrentamientos que se están llevando a cabo en Medio Oriente luego de la avanzada del grupo terrorista Hamas en Israel el sábado 7 de octubre. En este contexto, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) expresó, en su 32° Jornada Anual Argenthink 2023, el deseo de “paz y un futuro con esperanza”.

“Vinimos a hablar de paz, de futuro y de esperanza. Buscamos coherencia entre lo que somos en nuestra vida espiritual y laboral, y por eso buscamos que los valores estén en el centro”, planteó Roque Romano, presidente del Grupo Joven de ACDE, en la apertura del evento.

En el encuentro estuvieron presentes empresarios como Verónica Andreani, directora del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), y Martín Cabrales, presidente de la compañía de café Cabrales. Además, participaron Silvia Bulla, presidenta de ACDE, y Ana Pico, directora ejecutiva de la Asociación, entre otros.

“Nos damos cuenta de que la paz tenemos que construirla en nuestro metro cuadrado. Queremos encontrar esos momentos que en realidad son oportunidades para construir paz en las empresas y en nuestras familias”, comentó Matías Lanz, presidente del encuentro, a la vez que Pico enfatizó en la necesidad de encontrar una solución pacífica de los conflictos que gobiernan a la Argentina y al mundo en general.

Por su parte, Andreani y Cabrales se explayaron sobre los momentos difíciles que vivieron a lo largo de sus carreras, como un precedente esperanzador ante los eventos actuales. “En medio de la crisis de 2001, lo que desvelaba a mi padre era no tocar la nómina de personal. Él quería que su gente estuviera bien, y sacrificamos un montón de cosas para no tocar a la gente —recordó Andreani—. Ahí entendí la responsabilidad que tenemos como empresarios. En momentos como este, quienes tenemos fe sabemos que debemos ponernos en los zapatos del otro: dialogar con la gente y entendernos”.

Cabrales destacó, como característica de los argentinos, el estar acostumbrados a las crisis, y se enfocó en que es necesario que los empresarios tengan los pies sobre la tierra y una mirada optimista. “Lo que viene es mucho mejor que lo que pasó, y los jóvenes van a ser mucho mejores que nosotros. No tenemos que tener vergüenza de decir que los empresarios creamos riqueza, porque de ahí viene el poder cumplir con nuestra primera responsabilidad social, que es crear trabajo”, remarcó.

A estas intervenciones se sumaron Enrique Guiraud, consultor psicológico especialista en desarrollo personal, y Bernardo Bárcena, director de Experiencia Líderes, quienes compartieron estrategias para compatibilizar las exigencias del mundo del trabajo con las aspiraciones personales y familiares.

Bulla concluyó en el cierre del evento: “Debemos pensarnos como constructores de paz. Tenemos que bucear en nuestro interior y comprender para qué estamos aquí, por qué Dios nos puso en este lugar. Ponemos nuestro esfuerzo para sostener el rol fundamental que tienen las empresas: mantenerse vivas, con estructuras más justas e inclusivas para lograr el desarrollo de las personas a través del trabajo”.


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