Integridad y empresa: Desafío 2018 – Ley de responsabilidad penal de las personas jurídicas

Los abogados penalistas Eduardo J. Oderigo y Eduardo R. Oderigo fueron invitados por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa –ACDE– para exponer y debatir las implicaciones de la ley 27.401, que establece el régimen de responsabilidad penal aplicable a todo tipo de sociedad, ya sean de capital nacional o extranjero, con o sin participación estatal, con la única limitación de que deben tratarse de personas jurídicas privadas.

“Lo concreto es que la ley se ha sancionado y que la Argentina a partir de marzo de este año comenzó a formar parte del grupo de países que adoptaron similares resortes preventivos o sancionadores, como los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Italia, España y Chile, entre otros”, dijo Eduardo R. Oderigo durante el encuentro que se llevó a cabo en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires.

Es muy difícil explicar una situación que puede pasar pero que aún no ocurrió, por eso los especialistas recomendaron que lo más importante es entender que ahora va a haber nuevos actores: jueces y fiscales. “Hay que tratar de entender cómo piensan quienes van a juzgar a las empresas el día de mañana”, dijo Eduardo J. Oderigo, quien también aseguró que el primer paso es tomar en serio esta ley, porque a la hora de resolver, el daño puede ser enorme. Desde el 1º de marzo no sólo se impone una sanción penal al autor del ilícito -prisión-, sino que también recaerá una condena -multa, suspensiones, etc.- contra la persona jurídica que aquél integra o en cuyo beneficio o interés se cometió la acción prohibida.

Para los Oderigo, la ley pretende un cambio sustancial y cultural que nos va a llevar bastante tiempo, esfuerzo y otro tipo de trabajo. “Es un cambio de ángulo: a partir de ahora, la empresa va a acarrear la responsabilidad por la obra de uno solo de sus integrantes y puede resultar sancionada con multas que van a afectar el patrimonio y el funcionamiento de la misma, por eso es un tema que tendría que preocupar a todos los integrantes de la empresa”, reflexionó Eduardo J. Oderigo.

Entre algunas de las recomendaciones que dieron, incluyeron la capacitación por parte de jueces y fiscales, para evitar el desconocimiento de la ley y del efecto de las sanciones, y de esa manera estar preparados para enfrentar una causa de esta índole.

A las empresas, sociedades, asociaciones y demás personas jurídicas en las que recaiga esta ley, les recomiendan estar preparándose a través de un control interno para cumplir con tres requisitos que los Oderigo consideran esenciales para poder defenderse ante la justicia. Deben tener un plan de integridad en funcionamiento, prepararse para hacer una auto-denuncia ante una situación ilícita y lo más importante, realizar un mapa de riesgo que dependerá de la naturaleza de cada empresa (a qué se dedica, dónde está ubicada, entre otros).

Este tipo de desafío ayudará a evaluar los riesgos y los distintos puntos donde la empresa puede ver un peligro en su accionar. A partir de ahí, se podrá catalogar las contingencias, enumerar las prioridades y establecer los controles para que esos riesgos no ocurran en el futuro.

La realidad es que hoy se trata de achicar riesgos. Según Eduardo R. Oderigo, “el Estado privatiza la prevención, sabiendo que las empresas deben hacer el mejor esfuerzo para responder ante un evento inesperado y lo que no trataron de remediar, recaerá en una sanción”.

Uno de los objetivos de la ley sancionada es que, según la actividad y la dimensión de cada persona jurídica, se deberá adoptar los mecanismos y llevar adelante las acciones para prevenir la ocurrencia de episodios delictivos que conlleven a la sanción de una empresa, y también para establecer los procedimientos para monitorear de manera permanente la situación y para mejorar los controles adoptados.

Eduardo J. Oderigo es abogado penalista y ex jugador del San Isidro Club (SIC). Junto a su padre Eduardo R. Oderigo forman parte del Estudio Oderigo. Hace ocho años, Eduardo (hijo) decidió crear un equipo de rugby integrado por presos, con el propósito de reducir los índices de reincidencia. Elogiado por el papa Francisco, la Fundación Espartanos se convirtió en un proyecto exitoso que se expande por todo el país.