El anuncio del Poder Ejecutivo sobre creación de nuevos impuestos y el aumento de los ya existentes agrega un peso adicional a la carga tributaria que agobia desde hace tiempo a las empresas y a los ciudadanos en general, trabando la actividad productiva y desincentivando la inversión privada.
El déficit fiscal generado por el aumento del gasto público en todos los niveles de gobierno, en las pérdidas de las empresas del Estado y en los subsidios a la energía y el transporte y su financiamiento a través de la emisión monetaria nos ha llevado a una tasa de inflación muy elevada que constituye un impuesto adicional, especialmente sobre los sectores más vulnerables.
La discusión de estos temas tan relevantes debe darse en el Congreso de la Nación que, según la Constitución Nacional, es el único habilitado para la creación de nuevos impuestos y la ocasión para hacerlo es la discusión del presupuesto 2024.
Un presupuesto equilibrado, votado por el consenso de las distintas fuerzas políticas, sería una señal muy positiva para generar inversión privada y facilitaría la discusión con los organismos internacionales de crédito.
Es hora que abandonemos la improvisación y la discrecionalidad y trabajemos en las soluciones de fondo de problemas que arrastramos desde hace años. Estamos llamados a aprovechar una nueva oportunidad que el mundo nos ofrece en los próximos años. No la perdamos nuevamente.
Buenos Aires, 25 de julio de 2023