San Cayetano: empresarios cristianos sostienen que en tiempos de crisis, “el despido no debe” ser la primera solución

Todos los 7 de agosto miles de personas se acercan a la iglesia de San Cayetano para pedir y agradecer al patrono del trabajo. Además de las intenciones personales, organizaciones sociales, políticas, sindicales y empresariales también se manifiestan. Ese es el caso de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (Acde) que, en un comunicado, hizo mención a la crisis económica y a la situación de personas con su empleo en peligro.

“Los empresarios cristianos queremos recordar que, en períodos de dificultades económicas, no debe ser el despido la primera solución a encarar”, sostuvieron en su misiva.

Los números de la crisis muestran que, por ejemplo, en la construcción se perdieron 100.000 puestos de trabajo, tal como informa la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).

Al mismo tiempo, el último relevamiento de la Unión Industrial Argentina (UIA) indica que el 24,3% de las empresas relevadas respondieron que redujeron personal.

Pero no todo es despidos. La crisis también congeló las contrataciones de nuevos empleados. De hecho, el informe oficial titulado Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) reveló que la entrada de trabajadores a empresas privadas prácticamente quedó estancada, ya que, según muestran los números de mayo de este año (último dato disponible), tocó el nivel del mismo mes de 2002.

En este contexto, los empresarios cristianos nucleados en Acde sostuvieron: “La decisión de invertir y crear puestos de trabajo es parte ineludible de nuestro servicio al Bien Común”. En consecuencia, y con el objetivo de aumentar el número de empleados, puntualizaron que se necesitan “políticas públicas que favorezcan el desarrollo de la actividad económica privada”.

En ese sentido, el período de normalización macroeconómica del país encara una etapa en la que varios sectores de la economía se preguntan cuándo llegará la recuperación. Eso es muestra de un comportamiento dispar o un repunte heterogéneo, ya que, las cifras oficiales difundidas por el Indec, muestran que en abril la actividad económica no registró ninguna caída y en mayo volvió a tener números positivos: 1,3%.

De hecho, las ventas minoristas, tal como reflejó el último informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), comenzaron a exponer datos de repunte, aunque todavía no dan cuenta de una recuperación. La otra cara de la moneda la padece el sector metalúrgico. La Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) enumeró distintos rubros del sector, todos con números rojos. De esta manera, analizó que la actividad atraviesa una “caída sistémica”.

Pese a eso, el sector privado expresa expectativas de recuperación hacia fin de año. Y desde Acde mencionaron que la desocupación no ayuda a la reactivación, sino todo lo contrario.


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