En el día de ayer, 27 de agosto, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa participó de una misa que se celebró en la basílica de Nuestra Señora del Pilar en homenaje a Enrique Shaw, fundador de la entidad, a 63 años de su muerte. Esta fue presidida por monseñor Mauricio Landra y reunió a familiares de Enrique, junto con socios, autoridades y amigos de ACDE.
“Recuerden, hermanos, agradecer el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio que otros hicieron para que hoy estemos aquí”, instó monseñor Landa durante su homilía que fue seguida atentamente por los más de dos centenares de fieles presentes. En ese sentido, se refirió a los “santos de la puerta de al lado», amigos de Dios y de los hombres: “Son testigos ejemplares de nuestra vida y de nuestra fe, sobre quienes tenemos que ejercer una memoria agradecida por esa santidad que es un regalo que recibimos”.
“El mundo no necesita que escribamos grandes bibliotecas, sino que testimoniemos, que contagiemos a los demás con nuestra fe para que Jesús diga que multiplicamos esos talentos que nos prestó», dijo monseñor Landa, quien sobre el cierre de la celebración pidió por la causa de santidad del Venerable Siervo de Dios, Enrique Shaw. Además, pidió seguir su ejemplo “en las cosas de todos los días”.
Como cada año, la misa en homenaje a Enrique Shaw, fue una nueva ocasión de memoria agradecida por su testimonio de fe, que continúa inspirando a vivir la vida empresarial con sentido, sustentada en los valores cristianos y orientada al bien común y el respeto por la trayectoria de vida de los trabajadores. Tras la misa, ACDE organizó un brindis con el que agasajó a los presentes.