Los empresarios tenemos que ser agentes del bien común

La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) realizó su segunda Jornada de Sustentabilidad, de la que participaron destacados especialistas, académicos y líderes en esta materia de algunas de las principales empresas del país. «Nos moviliza el cuidado de la casa común, invertir nuestros talentos con una mirada social. Queremos inspirar a otros a ser parte de un futuro mejor, ser agentes del bien común”, señaló Silvia Bulla, presidente de ACDE en su mensaje de apertura del evento que tuvo lugar en la sede de Puerto Madero de la Universidad Católica Argentina.

En el primer panel, Alejandro López Moriena, director de sustentabilidad de Adecoagro; Claudio Terrés, gerente de Asuntos Públicos de Ledesma y Vanesa Vázquez, gerente de Sustentabilidad de Cervecería y Maltería Quilmes, reflexionaron sobre ecología y humanidad, con la moderación de Micaela Simian, doctora en Derecho Penal. «El desarrollo no colisiona con el medio ambiente: el cuidado y los procesos sustentables pueden ir de la mano», planteó Simian. En esa línea, Vázquez señaló: «La humanidad enfrenta grandes desafíos en materia ambiental y la pobreza. Tenemos que soñar en grande con el propósito de crear más oportunidades para las personas»; relató las iniciativas de la compañía en materia de inclusión social y reutilización de envases y producción sostenible de ingredientes de sus productos. Por su parte, Terrés contó que Ledesma siempre vivió la sostenibilidad apoyando a su comunidad, «incluso cuando no había plena conciencia de su aporte». En ese sentido relató que la donación que hizo la empresa de las tierras para crear el Parque Nacional Calilegua: «Comprendimos el reclamo de la comunidad de preservar el medio ambiente y hoy lo vivimos como una fortaleza: producción y sostenibilidad son compatibles», y concluyó: «Cada uno desde su lugar puede hacer algo, la diferencia está en el compromiso que pongamos en lo que podemos hacer». Finalmente, López Moriena de Adecoagro destacó la importancia de hacer negocios desde el punto de vista de la sostenibilidad: «Hace 20 años no se hablaba de estas cosas, pero nosotros ya pensábamos en estos términos: cuidar el contacto con la comunidad, el ambiente en el que producimos y la economía de lo que hacemos, para que podamos sostener la actividad».

Luego, en el panel Desarrollo humano sostenible, Constanza Connolly, cofundadora de Keidos; María Laura Farrapeira, general counsel de Compañía Argentina de Levaduras y Sergio Ortiz, director de Siclo Rural, relataron experiencias de gestión sostenible con la moderación de Santiago Alonso, coordinador académico de la Especialización en Derecho Ambiental de la UCA. Ortiz afirmó que en “Argentina hay una gran informalidad en el mercado de reciclado. Si no fuera por los cartoneros, la Ciudad de Buenos Aires sería un caos. Por eso, nuestra meta es dignificar el trabajo del recolector”. Connolly sumó: “debemos educar para impulsar el cambio”, y en esa línea, Farrapeira agregó: “el secreto para lograr empresas sustentables es formar y acompañar a nuestros proveedores y clientes”. 

En el cierre, Sergio Torres, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, habló sobre las virtudes de la articulación público- privada con Alonso y Simian. Aportó el dato preocupante de que la Argentina es el 3er país que más contaminación genera en América Latina; instando a jueces a “pensar con lógica ambiental”. Según la OEA, “los jueces son actores en materia ambiental y deben tener una mirada más proactiva”, dijo y afirmó que “El estado abandonó su rol de protector y lo dejó en manos de los jueces”, para concluir: “La materia ambiental debe ser una política de estado”.