Con motivo del décimo aniversario de la encíclica Laudato Si’ del papa Francisco, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) llevó a cabo este miércoles su 3° Jornada de Sustentabilidad bajo el lema “¿Queremos ser sustentables, de verdad?”, un encuentro que reunió a empresarios, emprendedores, académicos y referentes del sector público y privado para reflexionar sobre los desafíos sociales y ambientales de la Argentina.
La actividad tuvo lugar en el auditorio del Banco Galicia, en el microcentro porteño, con la participación de unas 150 personas. Al abrir la jornada, la presidente de ACDE, Silvia Bulla, afirmó: “Como empresarios cristianos creemos en la inclusión social a partir del trabajo. Hoy estamos frente a un nuevo ciclo económico y queremos ser optimistas, pero con las personas en el centro. Debemos asegurarnos de que nadie quede al margen de los cambios”.
Por su parte, la directora ejecutiva de la entidad, Ana Pico, destacó que la encíclica papal puso en el centro del debate global “el cuidado de la casa común”, y valoró la jornada como uno de los hitos anuales más relevantes para los empresarios cristianos.
Recursos, desarrollo y desafíos
En uno de los paneles principales, referentes del sector energético, agrícola y del agua coincidieron en que Argentina “cuenta con un gran potencial de recursos” y debatieron cómo compatibilizar el desarrollo con la protección del ambiente y la inclusión.
La vicepresidenta para Latinoamérica de Excelerate Energy, Gabriela Aguilar, subrayó: “Tenemos talento, recursos naturales y energía emprendedora, pero también mucha gente excluida”. Desde el sector agrícola, la vice del INTA, María Beatriz Giraudo, remarcó que la Argentina es líder en eficiencia productiva y recordó que los productores locales adoptaron tecnologías de conservación del suelo hace más de cuatro décadas.
Otro referente como el vicepresidente del Consejo Latinoamericano del Agua, José Luis Inglese, hizo hincapié en el rol clave del desarrollo sustentable de la minería y la necesidad de promover capacidades STEM para ganar competitividad global. En tanto, Aguilar sostuvo que la industria energética puede ser motor de desarrollo económico y social si se integra con PyMEs, diversidad y jóvenes talentos.
Ciudades sostenibles y el rol del bien común
Durante el segundo panel, titulado “Ciudades sostenibles y humanas”, se debatieron estrategias para construir entornos urbanos más inclusivos. Mariano Gonzáles Sáez, del Canal de Isabel II, resaltó la necesidad de gestores urbanos con visión de largo plazo y recordó que “planificar es incorporar libertad y derecho a la propiedad”.
Delfina Irazusta, directora de RIL, apuntó a una “crisis de creencias” en torno a la sustentabilidad y pidió mayor articulación entre gobiernos, empresas y sociedad. A su turno, Federico Gatti, de Ledesma, destacó la ética, la innovación y la educación como pilares para el vínculo entre empresas y comunidad.
Empleo, educación y diversidad
El tercer bloque estuvo dedicado a las competencias humanas necesarias para equipos de trabajo diversos y armónicos. María Migliore, directora de Fundar, alertó sobre las fallas del mercado laboral: “Hay empresas que no consiguen perfiles y chicos que no terminan el secundario. El rol del empresariado es ayudar a reordenar esto”.
María Inés Podestá, de ALPI, destacó el valor del liderazgo inclusivo y los equipos multidisciplinarios, mientras que el empresario tucumano José Ramón compartió su experiencia de integración de personas con discapacidad en su empresa: “Lo hacemos por amor. La experiencia es maravillosa y nos cambió la cabeza”.
El evento cerró con un mensaje de Gastón Bourdieu, líder de la Comisión de Sustentabilidad de ACDE: “El mensaje es para todos: sueñen, que es la manera de ponerse objetivos grandes. En Argentina tenemos todos los recursos y un 40% de pobreza. Caminemos juntos hacia una visión colectiva”.
Leé la nota completa en La Nación haciendo clic aquí.