“El Gobierno tiene que equilibrar entre ajustar y sostener la economía sin perder los niveles de popularidad”.

Eduardo Fidanza: “El Gobierno tiene que equilibrar entre ajustar y sostener la economía sin perder los niveles de popularidad”.

En el Foro Almuerzo de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, el analista político, socio y director de Poliarquía disertó sobre el “Escenario político-social 2016: desafíos y oportunidades”.

El analista político Eduardo Fidanza, de Poliarquía participó en el Foro Almuerzo de ACDE con una presentación sobre el escenario político y social de este año y consideró que “la Argentina está ante una transición política multidimensional, cuyo resultado constituye una incógnita”. “Se enfrentan dos culturas: el populismo y una nueva versión del liberalismo político” afirmó.

Al analizar los niveles de aprobación e imagen positiva del presidente Mauricio Macri y su gobierno, el Director de Poliarquía destacó que hay una paradoja ya que “buena parte del 85% de la población que considera que la situación del país es regular o mala, considera que el país estará mejor el año próximo”. Y explicó que “si el bienestar determina la popularidad, y si Macri necesita ser popular, entonces enfrenta un severo dilema: tiene que adecuar la economía sin afectar el bienestar”.

“Un 15 por ciento de la gente le da apoyo incondicional al Gobierno y son el núcleo duro del voto del PRO y Macri y dice que el país está bien, pero esto no alcanza para la popularidad. Lo opuesto está en los que dicen que estamos mal y vamos a estar peor y representan el 30%. Y luego los que van a decidir que dicen “estamos mal pero vamos a estar mejor”, explicó Fidanza. “El grueso de los argentinos – agregó- le están haciendo el aguante al gobierno, el aguante introduce siempre una dimensión temporal” porque no se sabe hasta cuándo va a sostenerse ese “aguante”.

Asimismo, el analista sostuvo que “las razones que hoy generan apoyo y rechazo al gobierno son anímicas y políticas, no económicas”. Y en este sentido advirtió que “hoy el presidente tiene alto el colesterol malo, con 31% de imagen negativa, es medio alto”.

“Este es un gobierno con minorías legislativas por tanto la imagen del presidente es fundamental para la gobernabilidad”, agregó.

En su presentación, Fidanza se refirió al contexto externo y analizó que “hasta cierto punto se está cumpliendo una fatalidad histórica de la Argentina: cuando le toca gobernar a una fuerza no peronista las condiciones económicas externas son para atrás”.

Al referirse a la oposición Fidanza consideró que “Massa puede ser un nuevo Nestor” ya que “no está sometido a desgaste y tiene mucha popularidad”. Con respecto a la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner advirtió que mantiene altos niveles de popularidad pero con un alto grado de imagen negativa.

“El contexto muestra un dato saliente: el poder político se ha descentrado. Nadie tiene mayorías parlamentarias, el peronismo está dividido, la coalición de gobierno posee apoyo condicional de los votantes” explicó el titular de Poliarquía.

“Por primera vez en mucho tiempo, la corrupción aparece como una preocupación prioritaria” agregó Fidanza y consideró que “el crecimiento de preocupación por la corrupción es una expectativa fuerte hacia el gobierno”. ¿Pero qué le conviene al Gobierno, Cristina presa o Cristina suelta?” se preguntó Fidanza. “Cristina suelta le sirve para el aguante de la gente que ve en sus desvaríos una amenaza, pero Cristina presa cristalizaría la expectativa de mucha gente” concluyó.

Al referirse al Papa y su vinculación con el Gobierno actual explicó que hay una tensión porque “este nuevo liberalismo político es religiosamente neutro y se está disputando la influencia de la Iglesia sobre la conciencia media de la sociedad” y destacó “el malestar” del mundo católico que expresa la coexistencia entre la fe y el liberalismo político. “Porque el Papa no habla nunca de instituciones, habla mucho de pueblo” sentenció.