Presentación del libro Viviendo con Alegría

El jueves 31 de agosto, en el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), Juan Vaquer, presentó el libro de Sara Shaw de Critto “Viviendo con alegría”, de Editorial Claretiana, que reúne testimonios y una breve biografía de su padre, el empresario argentino Enrique Shaw.  Este encuentro fue el cierre de las actividades organizadas por ACDE durante esta semana con motivo de un nuevo aniversario del fallecimiento del Siervo de Dios.

En los testimonios presentados en este libro se encuentra a Enrique Shaw como un hombre que vivía lo que creía y creía en lo que vivía, había coherencia entre sus dichos y sus hechos. Asimismo fueron seleccionadas las anécdotas más ilustrativas de su vida y agrupadas según el ámbito en el que sucedieron: la familia, el colegio, la Marina, las empresas y las organizaciones apostólicas.

Para dar marco al evento, Juan Vaquer inició sus reflexiones indicando: “Es muy lindo que la reunión se haya llevado a cabo en el Colegio de Abogados, una institución muy valiosa, que defiende los derechos y las libertades. Mis reflexiones sobre el libro se relacionan con un derecho que, a mí parecer, es muy importante para la sociedad y las organizaciones, y que no está reconocida explícitamente en la constitución, porque es anterior: elegir a quien nos queremos parecer”, y continuó: “ejercer inteligentemente ese derecho es crítico para elegir el camino a seguir, y me parece que este libro “Viviendo con Alegría” está muy vinculado a eso”.

A partir del análisis de la lectura, el Presidente de ACDE, enumeró las principales características que convierten a Enrique Shaw en un modelo a seguir: “En primer lugar, la alegría. Muchos testimonios lo reflejan, en contraposición a lo que uno se imagina cuando le hablan de un santo, Enrique era una persona muy entretenida, era muy grato estar cerca de hoy, con lo cual es una virtud muy destacable”.

En segundo lugar, destacó su valentía. “Ese chico de 14 años, el más chico del liceo, tenía el coraje de arrodillarse y rezar todas las noches a pesar que eso lo hacía motivo de bulling. Y es sólo una pequeña muestra”.  En tercer lugar, resaltó la Fe con la actuaba: “Tenía un don envidiable, su fe profunda, que le daba convicción y confianza para hacer lo que sabía que tenía que hacer”.  Por último, remarcó su juventud: “Enrique era muy joven. Hoy en día en que es tan difícil encontrar modelos a seguir en los medios y las redes sociales, lo pienso como un gran ejemplo para los jóvenes, un modelo de joven virtuoso”.

Por otro lado, Vaquer comparó la estructura del libro con una pintura impresionista: “Los impresionistas pintaban con grandes pinceladas, no se esforzaban por reproducir fotográficamente lo que veían, sino que buscaban transmitir la esencia. Sentí cada testimonio como una pincelada, que trasmiten muy bien la esencia de lo que fue nuestro fundador, Enrique Shaw”.

Para finalizar, remarcó como lo más atractivo de la figura del Santo “que es un modelo que uno se anima a intentar seguir, porque  él estaba expuesto a lo mismo que nosotros. Él hacía cosas ordinarias de un modo extraordinario. Es un ejemplo de nuestro tiempo, de nuestra actividad, que hacía las mismas cosas y es un claro modelo a seguir por todo el empresariado”.