Carta del Presidente de UNIAPAC América Latina

Estimados amigos de ACDE,

Como varios de ustedes saben, desde mediados del año pasado tengo el privilegio de presidir UNIAPAC América Latina, el ámbito donde nos reunimos, cooperamos, compartimos experiencias, gente y enseñanzas las distintas «ACDEs» de la región. Dentro de las actividades que organizamos a nivel regional está el Simposio CELAM-UNIAPAC, que cada dos años hacemos en una ciudad latinoamericana elegida a tal efecto. Este año hemos elegido Villa de Leyva, cerca de Bogotá, Colombia, por su centralidad geográfica y también para apoyar el lanzamiento de AEC, la ACDE colombiana, que ha arrancando en este último par de años y le viene bien ayudar a levantar su perfil.

Estos Simposios se vienen organizando desde hace muchos años, y es la ocasión en que Obispos y empresarios socios de las distintas ACDEs de la región aprovechamos para, en un evento cerrado al público general, generar un espacio de confianza, conocernos, romper barreras y prejuicios, y ver cómo podemos trabajar juntos para ayudar al empresario a vivir su Fe en su vocación empresaria, discernir los tiempos, entendernos entre todos, y armar bases para transmitir un mensaje común a la sociedad. Es un desafío complejo en la realidad lationamericana, ya que, tanto obispos como empresarios tenemos «esqueletos en el armario», miramos la realidad con distintas perspectivas, y traemos prejuicios y enseñanzas que a veces colisionan. Desde ACDE y UNIAPAC, por ejemplo, distintas generaciones de socios han trabajado desde su comienzo en 1931 en Europa y 1952 en Argentina en lograr la comprensión por parte de la Iglesia toda (y en particular la latinoamericana) del rol de la empresa y el empresario en la sociedad, su capacidad de impactar en la vida de las personas, de generar trabajo y riqueza de manera sustentable, creativa, y útil para la sociedad y resolver nuestros problemas de pobreza, y así superar desconfianzas de décadas y hasta siglos. Las diferencias que se ven en el avance en estas cuestiones según las distintas geografías son muy grandes, y en América Latina, como todos saben, nos cuesta y mucho lograrlo. De ahí que estos encuentros son importantes, ya que nos permiten sentarnos con la jerarquía de la Iglesia (el Celam es el Consejo Episcopal Latinoamericano) en el continente y durante un par de días lograr un espacio de confianza, reflexión y consenso.

El Simposio será entre el 26 y el 28 de abril, y AEC y UNIAPAC han decidido poner como título al Simposio «Obispos y Empresarios en salida por el Reino de Dios», siguiendo algunas ideas de Laudato Si. La intención es que cada país envíe un obispo, que se sumarán a los que ya estén en Bogotá, sede del Celam. Con estas líneas pretendo motivarlos a que acepten la invitación que hacemos y nos acompañen en tan importante ocasión. Los detalles finales estarán disponibles en los próximos días, pero mientras tanto quien tenga dudas puede escribirme a luisbameule@yahoo.co.uk y les iré adelantando información.

Les agradezco mucho su tiempo, espero que muchos puedan acompañarnos, y les envío un saludo muy grande,

Luis A. Bameule
Presidente UNIAPAC América Latina